jueves, 9 de julio de 2015

Hipster asegura que él ya era gilipollas antes de que se pusiera de moda "EMPECÉ A HACER EL IMBÉCIL CON EL MONOPATÍN Y OTROS ME SIGUIERON", INSISTE

MrVeggie82, joven diseñador gráfico residente en el barrio madrileño de Malasaña, se ha definido a sí mismo esta mañana como “uno de los primeros hipsters de España”. Según él, esta subcultura que promueve la música independiente y los estilos de vida alternativos no habría llegado a nuestro país si él no hubiera vuelto de unas vacaciones en Estados Unidos “con un monopatín, un bigotito y una gorra que me hacían parecer gilipollas”.

“Eso fue en 2009. Aún no existía Instagram pero yo ya hacía fotos a los charcos y a las paredes con la Polaroid como si me hubiera vuelto idiota”, explica.“No digo que antes no se hicieran gilipolleces, pero yo las asocié a una determinada estética y contribuí a difundirlas entre otros jóvenes que ya tenían tendencia a hacer el ridículo pero no disponían de un canon”, matiza.“Cuando el tonto del pueblo de toda la vida roba una bici y deja de afeitarse se le empieza a llamar hipster”, argumenta el antropólogo Manuel Carrasco, de la Universidad Complutense de Madrid. “Pero la figura en sí es muy anterior a la época contemporánea”, explica.Pese a la opinión de los expertos, MrVeggie82 reitera que “comparar al hipster con el tonto del pueblo es como comparar el iPhone con un teléfono de los años sesenta. Sí, ambos son teléfonos, pero ha habido una evolución. El tonto del pueblo roba comida a las palomas. El hipster es muy gilipollas con la comida, no come carne, le va el rollo macrobiótico… son cosas que incluso el tonto del pueblo tradicional consideraría demasiado estúpidas”. 

“Ahora llevo un cuervo en el hombro. Y tú dirás: ‘¿Qué cojones?’. Y yo te diré dos cosas: la primera, que no se dice ‘Qué cojones’ sino ‘What The Fuck’. Y la segunda, que aunque ahora te parezca raro, en un año el que no tenga un cuervo amaestrado será un mierda”, sentencia este hipster.
“Y ahora os dejo que estoy pendiente de la subasta de un Laserdisc en eBay”, dice justo antes de desaparecer entre la jungla madrileña con su Vespino Rosi de 1983.

Ringo Starr se entera ahora de que los demás Beatles cobraban

Esta mañana, coincidiendo con el día de su cumpleaños, el artista Ringo Starr ha sabido que sus compañeros del grupo The Beatles recibían dinero por sus conciertos y por las ventas de sus discos. “Cuando empezamos os juro que los cuatro tocábamos para aprender y para divertirnos. No sé en qué momento dejó de ser una afición para ellos y pasó a convertirse en un trabajo. Creía que estábamos juntos porque lo pasábamos bien y lográbamos que la gente también se divirtiera”, ha asegurado Starr hace unas horas, muy confundido.

Aunque reconoce que firmó muchos contratos, el músico admite que se limitó a firmar “justo encima de la manzana. Me decían: ‘Firma encima de la manzanita, Ringo. Como cuando los autógrafos’. Y yo firmaba pero no en plan negocios, sino en plan tío enrollado que firma si se lo piden y además lo hace encantado, joder”, explica.Desde 1962, cuando se unió a la mítica banda, Starr compaginó las actuaciones y los ensayos con su trabajo de dependiente en la carnicería de un familiar. “Vamos, lo normal. Lo que hacían y siguen haciendo muchos músicos”, argumenta. “Con razón era yo el que estaba más contento. Porque no estaba en el curro”, dice mientras ata cabos, recordando detalles del pasado. “Y con razón John no me coge nunca el teléfono. Ni George tampoco. ¿Pero qué mierda de novatada es esta?”, exclama Starr.


“Cuando me uní a su grupo pensaba que me harían alguna novatada, que es lo típico. Y nada, me hacían alguna broma tonta pero nada de novatadas. Y ahora lo entiendo: la novatada era esta. Qué hijos de puta, ¿no?”, insiste el exbeatle.“Pues estoy enfadado, no te creas”, ha añadido. “Ya sé que es mi cumple y tal, pero se han pasado. Vamos, que si me llaman para ir a ensayar igual no voy”, añade. “Que ya imagino que cobraban lo justo para pagarse el transporte y los bocadillos. Pero coño, a mí también me hubiera venido bien, sobre todo cuando aún no tenía coche”, concluye.

El batería ha prometido que esta tarde reunirá a todo el grupo “para ponerme serio con este tema, y eso que no me gusta hablar de dinero. Pero vamos, si esto es un curro yo quiero mi plaquita, quiero un despacho y quiero una batería de empresa, que me he pasado años usando la mía”. “¿La china cobraba también? No me jodáis que la Yoyo esa cobraba porque monto un cirio, que yo soy buena gente pero también tengo mala hostia”, ha gritado a la salida del Chiquipark en el que el artista ha celebrado su 75 cumpleaños.